De las velocidades.
La velocidad con la que viaja un vehículo, puede determinar la intensidad de un choque, atropello y/o volcamiento. Tanto las características de la ruta, como las condiciones climáticas también inciden en la velocidad que deba llevar un vehículo. Siendo así, para tener un control y una seguridad en los eventuales sucesos de la vía.
1. Velocidad excesiva: Aquella por encima del límite de velocidad establecido.
2. Velocidad inadecuada: Aquella que es demasiado alta para las condiciones imperantes, pero está dentro del límite de velocidad (por ejemplo en situaciones de lluvia, hielo, mal estado de la vía, etc.)
3. Exceso de velocidad: Engloba velocidad excesiva e inadecuada.
4. Velocidad inadecuada: Las rutas tienen velocidades máximas establecidas
4. Velocidad segura: Es aquella que está dentro de los límites establecidos y que permite al conductor detener el vehículo ante un obstáculo que se presente, teniendo en consideración las condiciones físicas y psíquicas, características y estado de la vía, vehículo, carga, meteorología, circulación y cuantas circunstancias ocurran.
5. Por último, la ley de Tránsito obliga a conducir a una velocidad razonable y prudente, de acuerdo a las condiciones existentes. Esta velocidad debe permitir el control del vehículo en cualquier estado y circunstancia.
De los pinchazos.
Los vehículos de 4 ruedas pueden sufrir pinchazos en cualquiera de estas. Si en el caso que sean las delanteras, el volente tenderá a irse en la dirección del pinchazo; en el caso que sean alguna de las traseras, el vehículo tenderá a colearse en el sentido contrario del pinchazo. En cualquiera de los casos y dependiendo de la velocidad que se esté desarrollando en el evento, hay que tener estos puntos en consideración:
1. Sujete el volante de forma firme: si escucha el distintivo sonido de un neumático pinchado, lo primero que debe hacer es sujetar fuertemente el volante. Esto es importante para mantener el control del auto, dado que el auto se moverá de un lado al otro gracias al pinchazo. Un fuerte control del volante garantiza que no choque, colisione o desbarranque.
2. No frene bruscamente: mantener la tranquilidad es muy importante en una situación de este estilo. Es importante que no pise a fondo el freno, porque esto significará la pérdida de control del auto. Lo que debe hacer es ir desacelerando de a poco: la llanta pinchada estará agregando mayor fricción y para poder mantener el rumbo del auto tiene que tener una velocidad constante.
3. El auto debe detenerse solo: siempre que pueda hacerlo, trate de mantenerse en una línea recta mientras desacelera, para que el auto se vaya deteniendo “solo”. En este caso, tampoco es recomendable que use el pedal de freno, dado que incluso a baja velocidad puede hacerle perder el control del vehículo.
De los frenos.
Síntomas de unos frenos desgastados
Con el paso del tiempo los frenos –formados por discos y pastillas de freno- se van desgastando más o menos rápido en función del tipo de vehículo y del modo de conducción. ¿Qué puede alertar de que algo no va bien?
Notas que su vehículo frena menos que antes:
El problema puede venir de que le quede poco líquido de frenos, que las pastillas estén desgastadas (emite chirridos) o que los discos estén deteriorados.
El freno está más duro, frena poco y hay que ejercer mucha fuerza sobre el pedal:
Podemos estar ante un problema con el servofreno. Esto puede deberse a un exceso de temperatura durante un largo período de tiempo lo que provoca el denominado ‘fading’ o fatiga en los frenos, es decir, un desvanecimiento de los frenos por pérdida de coeficiente de fricción.
El coche frena mal pero además pierde líquido:
El mal estado de la bomba de freno puede ser la causante de esta falta de fuerza en el frenado.
Al frenar el vehículo se va de lado:
En este caso lo primero que tiene que hacer es comprobar la presión, el desgaste y la alineación de los neumáticos. Si éstos están en correcto estado es el momento de revisar las pastillas de freno ya que pueden estar mal asentadas o que los frenos no estén ajustados de forma correcta. La avería también puede venir de una fuga de líquido, de una amortiguación demasiado blanda o porque se haya filtrado grasa entre la pastilla y el disco impidiendo una frenada eficaz.
Nota el pedal del freno ‘blando’:
Lo más seguro es que se haya introducido aire en el circuito o que se esté quedando sin líquido de frenos
¿Cómo actuar si fallan los frenos?
Si nota alguno de los síntomas que hemos comentado, lleve el vehículo al taller lo más pronto posible para evitar el riesgo de sufrir un accidente. Quedarse sin frenos mientras está circulando es de las peores situaciones que puede experimentar un conductor. Pero como conductor precavido vale por dos, aquí tiene algunos consejos para saber reaccionar si en algún momento fallan los frenos de su vehículo.
Lo que no debe hacer
Dos cosas se te tienen que quedar en la cabeza. La primera es no tirar del freno de mano de forma brusca y a elevada velocidad y la segunda no apagar el motor con el objetivo de que frene por sí mismo.
Si hace alguna de estas dos acciones aumentará el riesgo de sufrir daños, ya que al accionar el freno de mano las ruedas traseras se pueden bloquear y el vehículo perder el control. Y si apaga el motor, el vehículo sí irá reduciendo su velocidad, pero como contrapartida dejará de funcionar la servodirección, la dirección se endurecerá y girar será más difícil, lo que puede provocar una colisión.
Lo que hay que hacer
Ante una situación de emergencia, por difícil que sea, no debes ponerse nervioso ni perder el control del vehículo. Deje de acelerar y no pierda de vista la carretera y recuerde avisar al resto de conductores activando las luces de emergencia.
Lo primero que debe intentar es pisar el freno repetidamente y de forma intensa para aumentar la presión en el circuito de frenos, en caso de fallo de la bomba. Si aun así el fallo persiste, trate de retener el vehículo utilizando el freno motor, es decir, reducción de marchas. También, ayudará a que el vehículo se pare antes si ejerce una ligera pero continua tensión en el freno de mano, siempre que sea manual.
Desde el momento en que note que los frenos están fallando, debe ir buscando la manera de salir de la carretera, buscar una zona de frenado de emergencia –normalmente habilitadas para vehículos pesados- o acercarse al arcén (berma) para no molestar o poner en riesgo al resto de conductores.
Para evitar averías en los frenos, se recomienda revisar el sistema de frenado en un taller especializado cada 20.000 kilómetros, pero lo más fiable es consultar el libro de mantenimiento del vehículo en concreto, donde el fabricante especifica cuándo cambiar las pastillas y discos de freno. Aun así, si nota que algo en su vehículo no va bien, no dude en realizar mantención preventiva del sistema de frenos.
De la ruta.
Las rutas pueden ser de diferentes características: Rectas, curvas, sinuosas, en pendiente, etc. Además, pueden estar bien o mal señalizadas; bien o mal asfaltadas o pavimentadas; bien o mal diseñadas y/o construidas. Para todos estos casos, la conducción debe estar preparada para dominar los vehículos y transitar seguros, según sea el caso.
Rectas: Se puede alcanzar la velocidad máxima, establecida por la señalización, manteniendo firme el volante y con alta atención. Esto último, asociado a la somnolencia del conductor, dado que las vías sin alteración y/o cambios en su estructura, tienden a provocar sopor en el conducción.
Curvas: No es recomendable alcanzar la máxima velocidad y cuando se esté enfrentando la curva no desacelere, ni deje el vehículo sin marcha conectada.
Sinuosa: No se debe alcanzar la máxima y se ha de disminuir la velocidad, dado que la irregularidad de la vía y lo intempestivo que puede ser la conducción.
Pendientes: Debe mantener una velocidad adecuada, equiparada con una marcha que le dé seguridad para el control y posible descontrol por desplazamiento involuntario del vehículo.
Mal señalizadas: Se debe mantener atención a la disposición del camino, si este carece de señalética que advierta el cambio de su alineación.
Mal asfaltada y/o pavimentada: Se debe estar atento a los retumbos y tendencias que presente el vehículo. Si éste comienza a mostrar sonidos y movimientos que le son transferidos por la vía, se ha de reducir la velocidad hasta que sean minimizados, al máximo, los síntomas antes mencionados.
Mal diseñadas o construidas: Se debe tener conocimientos de rutas o vías adecuadas e inadecuadas. Al enfrentarse a rutas, vías, pistas o caminos el conductor debe tener el discernimiento para evaluar la calidad de ésta y saber cómo enfrentarlas, tanto en velocidad como en el manejo.